Exposición 'Paisajes en el tiempo 2008-2023' de Isidoro Moreno López

Exposición: «Paisajes en el tiempo 2008-2023»

Isidoro Moreno López

Del 23 de junio al 6 de agosto de 2023

Lugar: Mucbe

Organiza: Concejalía de Cultura.

El próximoviernes 23 de enero, a les 12.00h., tendrá lugar la inauguración de la exposición «Paisajes en el tiempo 2008-2023» del artista Isidoro Moreno López. La muestra se podrá visitar hastael día 6 de agosto de 2023.

Catálogo de la exposición

Mi producción artística se caracteriza por la heterogeneidad estilística y es por eso que, en esta muestra se exhiba mi obra de diferentes temáticas y tendencias plásticas que he practicado en estos últimos quince años.

La pintura siempre ha sido mi salvadora ante circunstancias que no entendía y que aún sigo sin comprender (o ni siquiera deseo entenderlas). Prefiero refugiarme en la naturaleza ordenada o desordenada, me da igual, en lo amado, aunque se esté marchitando y en todo aquello que me estremece mi alma. La pintura siempre está para curar, sanar y enseñarme a ver un mundo más amable, un mundo que intento depurar con mis gestos pictóricos y con los colores de mi paleta. Pero no me considero nadie especial o, mejor dicho, no quiero ser especial para nadie, solo pretendo descubrir mi yo, aprender a amar con la ayuda de la pintura e intentar aprehender frente a ese natural a veces tan duro y cruel.

A la hora de elegir los temas no invento ni situaciones ni sucesos, me limito a sentir aquellas imágenes que han provocado golpes de belleza, dureza, ternura o desazón en mi alma. Selecciono lo que considero importante, encuadro lo que encuentro y describo los detalles de poca importancia, arabescos o florituras, como dice uno de mis maestros D. José María Rueda Andrés. Por un lado muestro y al mismo tiempo oculto. Las descontextualizadas estrategias que desarrollo dentro de un discurso artístico consisten en subrayar lo hueco, lo vacío o lo ausente. El choque de lo que vemos y lo que nos falta por ver quiero que despierte inquietud, centrando la atención en sólo pocos elementos, manipulando la imagen para conseguir el efecto deseado. Es así que entiendo la pintura como una acción mental que primero, es una inquietud y luego una imagen en la mente que después busco sea coherente. La obra está rondando por la mente muchísimo antes de su plasmación y todo el proceso está rodeado de reflexión, hasta el último momento, equipando a la figuración de los rasgos de las más sutiles obras abstractas que en su conjunto crean el registro del paisaje de un solo instante, provocando más preguntas que respuestas.

Crear un estado de tensión, provocado por el hecho de encontrarse con la "presencia perdida" (que según Heidegger no es nada más que un ser debilitado y todavía ocultado en la obra) que obligue al espectador al esfuerzo tanto intelectual como emocional en el que nunca llegamos a ver lo que esperamos o lo que pensamos que deberíamos de ver.

Considero que mi obra poco a poco se adentra en la Modernidad con mayúsculas. Daré mis razones:

Primera, el planismo compositivo (que no textural), la casi inexistencia de un punto de fuga único como en las obras de Kline.

Segunda, la casi ausencia de perspectiva, sirva de ejemplo Cy Twombly.

Tercera, la inequívoca pulcritud que recuerda a las obras de Mondrian, Theo Van Doesburg o Carl Buchheister.

Cuarta, la simplificación de las formas, pudiendo recordar algunas composiciones a las de Giorgio Morandi o Mark Rothko. Y quinta, la auto restricción, que se aproxima a la monocromía en la utilización de los colores en la paleta. Una paleta reducida y sobria en la que predominan los colores primarios, sus mezclas y siempre los grises que me sirven de mediadores, de lazos de unión entre tonos opuestos y que pueden recordar a algunas obras de Lucio Fontana, Barnett Newman, Delacroix o Monet.

Mi debate se encuentra entre el idealismo cromático que siempre lo encontré en Mir, Sorolla, Rusiñol o Camarasa, la abstracción de formas que magistralmente desarrollaron los pintores expresionistas alemanes y concretamente, Emil Nolde y posteriormente la escuela abstracta norteamericana y la realidad verosímil de algunos detalles que siempre encontré en los artistas del barroco español y de Flandes.

Posteriormente la descarga subjetiva se aplica en objetivar con minuciosidad fragmentos que responden a mi interés por subrayarlos y certificarlos quasi notarialmente con especial querencia y sentimiento fervoroso.

Mis obras intentan describir una trayectoria constante y segura en dirección al descubrimiento de la pintura, de su razón de ser más desnuda, de su condición más íntima, a través de un paseo ofrecido por el paisaje. Una vocación de advertir en aquél un tema en el cual proyectar un amplio espectro de contenidos emocionales, espirituales y simbólicos.

Mi aproximación al paisaje, en tal sentido, podríamos decir que posee una vena en cierto modo romántica, que adquiere de una manera personal, una magnitud nostálgica, cuando no dramática.

El paisaje pareciera ser antes que nada creación mental; una construcción nacida en la memoria, alimentada de recuerdos y originada de imágenes pretéritas, atrapadas y fundidas en el inconsciente.

Pintar la naturaleza es pintar en libertad. El paisaje en sí no importa, la obra se ha convertido en un trabajo de conocimiento y análisis de esos estímulos producidos por el propio paisaje. Lo anecdótico ha pasado a un segundo plano y ahora el paisaje lo entiendo como una secuencia de planos, manchas y líneas sin ataduras a la figuración, creo que es así como se puede lograr un entendimiento más grandioso del paisaje.

Las imágenes que vemos a veces difuminadas, fundidas en su contexto, ¿son formas identificables o están tamizadas por una mente miope? No lo sé, no es primordial, tal es la capacidad del vínculo emocional, de comunicación espiritual que establecen con nosotros estas pinturas, que lo acuoso supera la representación e implica la acción misma de pintar y el propio gesto pictórico en forma de materia refuerza, dibuja y sostiene la arquitectura del cuadro.

Las formas están recreadas mediante la aplicación de colores muy diluidos, que en ocasiones chorrean de manera libre y aleatoria, y otras muy calculadas y comedidas, intensificando nuestra sensación de estar observando las imágenes en un estado de ensoñación, sin embargo las frías y tortuosas rocas, la dureza de las carnaciones ya muy vividas y los rostros meditabundos de mis personas invocan un mundo real, terrenal y están tratadas con arriesgados empastes y restregadas materias que junto con los aglutinados áridos inertes contrastan con las velados cielos y aguas, aunque en algunos casos se funden en una íntima unión y las formas se vuelven difusas, anexionándose y desmaterializándose en el elemento oleoso.

Paisaje natural, humano, animal parten de las mismas premisas: sentir, comprender y modular con color emociones.

Isidoro Moreno López

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ISIDORO MORENO LÓPEZ, 1975

Licenciado en Bellas Artes. Universidad de Granada, 1998.

Director del Espacio de Creación Artística Isidoro Moreno López (Valladolid) desde el año 2019 a la actualidad.

Participante durante los años 2008-16 en el Curso Superior de Pintura de Paisaje de Albarracín, dirigido por D. José María Rueda Andrés, profesor titular de la Universidad Complutense de Madrid obteniendo premio especial y beca en el 2008.

Integrante del taller de pintura Creart, dirigido por Antonio López y Cristóbal Toral. Valladolid 2013.

Profesor en el Curso Superior de Pintura de Paisaje de Albarracín, dirigido por Paloma Peláez desde el 2017, organizado por la Universidad Complutense de Madrid y la Fundación Santa María de Albarracín.

Profesor invitado en la Beca de Paisaje "Valverde de los Arroyos" dirigido por Dña. Paloma Peláez y coordinado por Dña. Dora Piñón. Universidad Complutense de Madrid. 2016-17.

Entre los premios pictóricos más importantes destacan: Acor Castilla y León 2005 y 2011, Caja España 2008, el tercer Premio "Paula González Gajate" 2016, Cabrerizos (Salamanca) 2015, 2017, 2019 y 2021, el Premio de Artes Plásticas "Celso Lagar" 2017 y 2021, las menciones como finalista en los Premios Díaz Caneja de Pintura 2011, Figurativas Painting and Sculture Competition 2015 y el accésit en el XVII y XIX Premio Nacional de Pintura Real Academia de Bellas Artes de San Carlos, entre otros. Más de un centenar de premios de pintura rápida completan este currículum, destacando los primeros premios en: Salas de los Infantes (Burgos) 2023, Parque del Capricho (Madrid) 2022, Torrelavega (Cantabria) 2021, Salamanca Ciudad Monumental 2019, 2011 y 2010, Boadilla del Monte 2018, Año Jubilar Lebaniego, en Potes (Cantabria), Riaza (Segovia) 2017, Mogarraz (Salamanca) 2017, Valladolid en el 2009, 2007, 1996, Las Palmas de Gran Canaria en el 2000 y un largo etcétera.

Veintidós exposiciones individuales, reseñables de entre todas, las realizadas en las galerías Rafael y Lorenzo Colomo de Valladolid, Espacio Garcilaso en Torrelavega, Espacio 36 en Zamora, en el Palacio de Los Serrano en Ávila o en la Fundación St. Mª de Albarracín. Y más de sesenta colectivas en galerías de arte y en instituciones privadas como el Museo Díaz Caneja, MEAM o Domus Artium 2002.

Premiado por artistas y críticos de la talla de Antonio López, Juan Manuel Bonet, Kosme de Barañano o José Guirao Cabrera entre otros.

Su obra se encuentra en importantes colecciones como la del Museo de Bellas Artes de Valencia, Parlamento de la Rioja, Banco Santander, Caja Ávila o Caja España-Duero.

Más información en: www.isidoromorenolopez.com