Las excavaciones en el Mas de Fabra descubren un yacimiento único e importantes hallazgos arqueológicos

28/02/2017

Las excavaciones realizadas a instancias del Ayuntamiento en el yacimiento del Mas de Fabra han recuperado del subsuelo importantes vestigios arqueológicos y han delimitado un perímetro del asentamiento de cerca de 2.000 metros cuadrados. El yacimiento data del siglo VII aC y es un caso singular y único por haberse conservado en una zona plana.

Las obras de la variante de la carretera N-340 a su paso por los terrenos del Mas de Fabra, al pie del Puig de la Nau, sacaron a la luz, ahora hace dos años, las primeras pistas de lo que ahora se ha confirmado como un asentamiento humano a caballo entre los siglos VII y VI aC de características muy singulares. El concejal de Cultura, Josep Barberà, y los codirectores de la excavación, Ramiro Pérez y Miguel Vicente, han presentado la memoria de los trabajos llevados a cabo hasta el momento y las conclusiones que se desprenden de las primeras investigaciones.

El yacimiento, que se encuentra acotado y protegido desde el momento de su descubrimiento, se asienta en una parcela de 1.800 metros cuadrados sin explotar, hecho que ha sido determinante para su estado de conservación, que no ha padecido los efectos de la actividad humana sobre las tierras, especialmente invasiva en las zonas de cultivo de cítricos como es el caso de los terrenos que lo rodean. De hecho, tal y como han explicado los arqueólogos, «estamos ante el único asentamiento de la época en zona plana que ha llegado a nuestros días».

La memoria científica redactada por el equipo de arqueólogos, y publicada en la revista Cuadernos de Prehistoria y Arqueología de Castelló que edita la Diputación, apunta a «una clara influencia de la cultura colonial fenicia sobre este asentamiento ibero, tal y como reflejan las piezas cerámicas recuperadas». Ramiro Pérez, codirector de los trabajos arqueológicos llevados a cabo en la parcela, ha explicado que «los hallazgos y el estudio del yacimiento permitirán crear un discurso histórico que nos facilitará saber quiénes eran los habitantes del asentamiento, a qué se dedicaban y con qué culturas se relacionaban».

Los hallazgos

Los trabajos en la parcela del Mas de Fabra han sacado a la luz la base o cimentación de los muros y diferentes estructuras excavadas en tierra, como un gran silo que podría haber servido para almacenar grano y cereal. También se han descubierto los apoyos de los postes que sustentaban los tejados de las edificaciones, y que, curiosamente, esconden elementos simbólicos como conchas o caracoles que cumplirían una función ritual.

Los trabajos han recuperado numerosas piezas de origen ibero, entre las cuales destaca un vaso que contenía una pasta blanca que podría ser cal. Dada la trascendencia y singularidad del asentamiento, algunos de los materiales descubiertos se están analizando en el CSIC (Centro Superior de Investigaciones Científicas). Entre los fragmentos recuperados, destacan numerosas piezas de origen fenicio, hecho que apunta a que el yacimiento se correspondería con una comunidad humana dedicada a la actividad comercial. Paralelamente, el descubrimiento de platos de una vajilla de lujo y otros elementos de cocina de cierta sofisticación, vendrían a demostrar que nos encontramos ante una colectividad de relevancia en la estructura social de la época.

El concejal de Cultura, Josep Barberà, ha comprometido «todos los esfuerzos del Ayuntamiento para poner en valor este yacimiento único». Barberà ha asegurado que el hallazgo «tiene que animarnos a impulsar una ruta ibera conjunta con los municipios de alrededor que satisfaga las inquietudes culturales de los turistas que nos visitan», puesto que «los yacimientos de nuestra zona geográfica articulan un discurso histórico alrededor de la proto-historia que se puede convertir en un potente reclamo turístico».