La Escuela de Acogida, un modelo de integración
24/11/2016
Los participantes en la última edición de la Escuela de Acogida han recibido lo diploma acreditativo del curso que se ha impartido a lo largo de los últimos meses. El objetivo principal de esta Escuela de Acogida, que se lleva a cabo desde hace siete años, es facilitar la integración de las personas recién llegadas.
La concejala de Bienestar Social, Marta Escudero, ha entregado los diplomas a los 26 alumnos procedentes de Marruecos, Ucrania, Senegal, Argelia y Colombia que han participado este año en la Escuela de Acogida, un programa voluntario de comprensión y formación que garantiza a las personas recién llegadas el conocimiento de los valores y reglas de convivencia democrática para que puedan mejorar la calidad de su integración.
Durante el curso, los alumnos reciben formación en legislación, estructura política, cultura, geografía e historia y los idiomas oficiales de la Comunitat Valenciana, así como las implicaciones de la diversidad cultural y los valores y reglas de la convivencia.
Escudero ha explicado que de este modo «se pretende dotar de autonomía personal a los nuevos ciudadanos para que puedan ejercer plenamente su ciudadanía dentro de la sociedad valenciana y benicarlanda»..
La concejala ha expresado el agradecimiento del Ayuntamiento al profesorado que ha impartido esta Escuela de Acogida, personas cualificadas que de manera voluntaria se han ofrecido a compartir sus conocimiento con los recién llegados. «Representan la voluntad de la sociedad benicarlanda para acoger, y lo hacen con la mejor carta de presentación, el altruismo y ganas de transmitir la estima por su tierra».
Marta Escudero ha aprovechado el acto de entrega de diplomas para reclamar «políticas amplias de gestión de la diversidad», como las que se trabajan día en día desde el Área de Bienestar Social y la oficina Amics (Agencia de Mediación para la Integración y la Convivencia Social). La concejala ha reivindicado «una integración real en cuestiones básicas como la sanidad, la educación, la formación, y el empleo. Y sobre todo, el compromiso de toda la sociedad para asegurar que los recién llegados tengan una participación completa en la vida pública y una integración plena y real».