Convento de San Francisco

Convento de los Franciscanos Descalzos, fundado en 1578 por Fray Cristóbal de la Plaza. La organización general del edificio giraba alrededor de un pequeño claustro central construido totalmente con baldosa revocada con mortero y cal, con simples pilastras cuadradas, arcos de medio punto y algunas molduras. En el siglo XVIII, el Convento se reformó y fue reestructurado para poder elevar una planta más y construir las columnas. Estas reformas se deben al crecimiento de la comunidad, que llegó a contar con cincuenta religiosos. Las reformas que se llevaron a cabo consolidaron el aspecto del Convento tal y como se puede ver hoy en día. Tanto la fachada como su interior presentan un aspecto sencillo, sin riquezas y muy austero, incluso la iglesia. La fachada de la iglesia es barroca, de 1791, y no corresponde a la arquitectura originaria del siglo XVI. Como consecuencia de la Desamortización de Mendizábal, en 1835 la orden franciscana desapareció de forma definitiva en Benicarló. El 1843, el Ayuntamiento de Benicarló solicitó el edificio para remodelarlo y acoger las escuelas públicas de grado elemental, siendo la Casa de la Educación hasta el 1919. Después, de forma provisional, el Convento se utilizó como Hospital de la Caridad, para acoger a los pobres y enfermos de la epidemia del cólera de 1885. Desde 1923 hasta 1973, el edificio fue caserna de la Guardia Civil y, posteriormente, fue utilizado como dependencias municipales y almacén.

Finalmente, después de más de una década de restauraciones llevadas a cabo por la Escuela Taller, el Convento de San Francisco es declarado Bien de Interés Cultural, mediante Decreto 169/2007, de 28 de septiembre, del Consell, por el cual se incluye en la Sección Primera del Inventario General del Patrimonio Cultural Valenciano.